Una denuncia por abuso sexual llevó a Carlos Giménez a pasar 45 días preso en una comisaría sanjuanina. Los informes psicológicos realizados a la víctima determinaron que nunca existió el hecho. Cuando se radicó la denuncia, fue despedido de su trabajo y ahora no tiene dinero ni para comer. Ya fue liberado por la Justicia.
La pesadilla comenzó el 5 de marzo pasado, cuando la ex mujer de Giménez radicó una denuncia en el centro ANIVI. Natalia Sández aseguró que su hija de 11 años había sido abusada por su padrastro. Inmediatamente se articularon todos los mecanismos para detener preventivamente a Giménez, quien terminó alojado en los calabozos de la seccional 2º, de Concepción.
La por entonces pareja tiene dos hijos, uno de 4 años y otro de 11 meses. Aparte Sández tiene dos chicos más, de 14 y 11 años. Justamente la denuncia realizada acusa a Giménez de haber abusado de su hijastra. "Yo quiero que se limpie mi imagen porque no hice nada, amaba a esa nena como a mis hijos, di todo por ellos", le dijo a Tiempo de San Juan, el hombre.
Luego de que el equipo de psicólogas determinara que la niña no fue abusada, Giménez fue puesto en libertad. Ahora no tiene trabajo porque fue despedido del gremio en el que trabajaba como portero de un camping. "No entiendo por qué me hizo esto. Creo que fue un plan para intentar alejarse de mí pero hubiese preferido que nos sentáramos a charlar y me dijera que la relación no daba para más", concluyó compungido.