Los Viernes Santo de todos los años, el paraje de Vallecito en honor a la Difunta Correa se llena de gente. Todos, promesantes que van a cumplir con la santa popular, que genera una devoción que derriba religiones, provincias y hasta países.
Este 2018 hubo promesantes que llegaron de distintos lugares del país. Los testimonios de fe son impactantes y la gente le cumple a la Difuntita de distintas formas. La más tradicional es ir caminando por la Senda del Peregrino hasta el paraje. Son 30 kilómetros aproximadamente desde Caucete.
Pero lo más impactante es cuando los promesantes suben las escalinatas a la Difunta de acostados de espaldas, de rodillas y hasta con niños arriba de sus cuerpos. Cuando llegan al altar, las emocionantes postales le erizan la piel a cualquier persona que vaya, aunque no sea creyente.
Una de las novedades en este 2018 fue que el Arzobispo de San Juan, Jorge Lozano, fue a la capilla que la Iglesia Católica tiene en el paraje de Vallecito y le lavó y besó los pies a los promesantes, cumpliendo con el ritual de Semana Santa.