Era un viernes como cualquiera para la oficial Micaela Morales que hacía patrullajes con sus compañeros de la Comisaría 18va, en Albardón, un distrito agrícola de San Juan. Un llamado al 911 los alertó, era el pedido desesperado de una mamá que veía cómo su hijo recién nacido se asfixiaba. Micaela, le practicó RCP al bebé, adentro del patrullero, mientras iban a toda velocidad hacia el hospital y le salvó la vida.
Los policías habían ido hasta una dirección cercana por el aviso de una supuesta fiesta clandestina pero ese llamado resultó ser falso. A los minutos fue que les llegó el llamado por un bebé que se había ahogado con leche materna. "Cuando llegamos al lugar nos dimos cuenta que era falso, pero inmediatamente recibimos un requerimiento en calle Arenales y Marabio de un bebé que se estaba ahogando con leche materna", relató la joven policía de 23 años al diario Tiempo de San Juan.
En el mismo móvil policial, también iban el agente Hoel Quiroga y la cabo Claudia González. "Doblamos por calle Arenales y vimos a una persona con un bebé en los brazos, que era el padre de la criatura. Yo me baje del auto y él me dio al bebé y me pidió que los ayudara porque no respiraba. Por eso lo subimos al móvil y salimos rápido al hospital", contó la chica muy emocionada.
El nene se llamaba Agustín Aguilera y tenía 5 días de nacido. "Tenía los ojitos cerrados y no reaccionaba, por eso continué haciendo las maniobras y el bebé en un momento largó el llanto. Después cuando llegamos al hospital José Giordano los enfermeros salieron a socorrernos", explicó. Todo eso ocurrió arriba del patrullero porque Micaela no se dio por vencida y le siguió practicando maniobras de reanimación con el auto en movimiento.
"Después vino la madre del niño, una señora llamada Evangelina Cepeda, que estaba llorando y pensaba que su bebé estaba muerto. En ese momento la doctora de apellido Sánchez le dijo a la señora que se quedara tranquila, y que nos fuera a abrazar a nosotros porque le habíamos salvado la vida al bebé", comentó Micaela. La mujer policía todavía no entiende muy bien lo que pasó y asegura que actuó "como ser humano". "Fue inexplicable lo que pasó y me terminó de llenar el alma", concluyó. Agustín será dado de alta este miércoles al mediodía y volverá con su familia.
