Se incendió un almacén y su dueña terminó con una crisis de nervios

Fue en San Juan. La damnificada tiene 40 años y como consecuencia del siniestro perdió heladeras, muebles y mercadería.

Se incendió un almacén y su dueña terminó con una crisis de nervios
Así quedó el almacén tras el voraz incendio\u002E

Una mujer y su pequeña hija se quedaron sin nada cuando, por un cortocircuito, el almacén que con tanto esfuerzo habían armado fue devorado por las llamas. Fue tal la desesperación y angustia que cuando la propietaria vio decenas de personas y policías en la puerta de su local, ubicado en la localidad sanjuanina de Albardón, terminó con una crisis de nervios y tuvo que ser asistida por el personal médico. No era para menos, el fuego hizo estragos y arrasó con todo lo que había en su interior: desde muebles hasta estanterías.

Así quedó el almacén tras el voraz incendio.
Así quedó el almacén tras el voraz incendio.

De acuerdo a la publicación de Telesol Diario, todo ocurrió en la tarde del lunes en calle Sarmiento, en la zona de La Cañada. La damnificada, de 40 años e identificada como Cecilia Suárez, regresaba junto a su hija de 5 años cuando ya se había desatado el incendio. Si bien bomberos está realizando las pericias para determinar qué ocasionó el fuego, un análisis preliminar indica que había una conexión eléctrica muy precaria y un cortocircuito habría desatado el siniestro.

Lo cierto es que las llamas acabaron con el único sustento económico de la familia Suárez. Es que las pérdidas, según indicaron fuentes policiales, son totales. El fuego destruyó las seis heladeras, las estanterías y el techo de caña y barro del negocio. La mercadería (fiambres, bebidas y otros alimentos) también quedó reducida a cenizas.

Así quedó el almacén tras el voraz incendio.
Así quedó el almacén tras el voraz incendio.

El esfuerzo de los vecinos, quienes fueron alertados por una explosión, fue en vano. Tampoco sirvió el trabajo de los Bomberos Voluntarios de Albardón y sus pares del Cuartel Central de la Policía, porque cuando ellos llegaron las llamas ya eran incontenibles.