El sueño de una sanjuanina se hizo realidad gracias a la solidaridad de sus vecinos. Se trata de Celeste Becerra, una mamá soltera y enferma que no tenía dónde vivir con su bebé de 11 meses. Sus vecinos, se conmovieron con su historia y le levantaron, con sus propias manos, una pieza a donde dormir con su nena. "Se enteraron de todo lo que me pasó y decidieron ayudarme a construir -en el mismo terreno donde vive su mamá, en la Villa Jofré, en Santa Lucía- una pieza para que pueda dormir con mi hija", relató Celeste a Diario de Cuyo.
La joven tiene 26 años y, antes de todo esto, vivía con su mamá en una habitación donde había una cama matrimonial y dormían las tres juntas. Celeste, había ido a parar ahí porque su ex pareja la violentaba físicamente y no le quedó otra opción que escapar e irse a vivir con su madre. "Cuando me fui de la casa de mi expareja mi mamá me recibió con mucho amor, pero el lugar es muy pequeño. Dormimos las tres juntas en una cama, porque ella no tiene más", explicó.
Ahora, el sujeto tiene una orden de restricción porque aunque ella no viviera con él, la golpeaba si la veía por la calle. Además de todo, Celeste tiene lupus y eso no le permite trabajar. "Mi mamá me debe llevar hasta al baño por momentos y hay días que no puedo sostener en brazos a mi hija. Es muy dura esta enfermedad", aseguró. Su pasado como víctima, su bebé y su enfermedad hicieron que los vecinos decidieran darle una mano, primero con mercadería y luego construyéndole una habitación, en el fondo de su mamá, para que pueda descansar ahí con su niña.
"Primero le trajimos unos bolsones con alimentos, hasta que nos enteramos de cómo era la vida de Celeste y su bebé", relató Karina Pereyra, una de las sanjuaninas solidarias que atrajo a más personas a la movida. El otro, fue un comerciante de Santa Lucía, un distrito al Este de San Juan, que aportó comprando materiales de construcción y buscando albañiles para la obra. "Cuando comenté de qué se trataba la construcción, me dijeron que donaban la mano de obra", detalló el comerciante Roberto Lara.
También ayudaron tres adolescentes, Mateo, Fabricio y Facundo, que se sumaron como mano de obra para levantar la construcción. "No puedo explicar lo que sentí al ver la habitación terminada. Mi mamá había hecho una pared y parte del piso, porque ahí iba a construir un baño, pero ahora me dio eso para que sea mi pieza y la de mi hija. Ahora sueño con poder tener un trabajo y poder darle a mi bebé una mejor vida", concluyó Celeste.