Los primeros en salir a decir que a Celeste Luna, de 22 años, la mataron, fueron sus padres. Nunca creyeron la versión de su novio, el agente de la Policía de San Juan, Matías Mallea que aseguró que todo fue un accidente. Ahora, los investigadores refuerzan la hipótesis del femicidio y cada vez se complica más la situación del uniformado.
"A mí no me cierra que ella se disparó sola y en un accidente", había dicho Vicente Luna, el padre de Celeste al diario Tiempo de San Juan. La principal teoría de los pesquisas de Homicidios es que hubo una discusión, un forcejeo y en ese momento se produjo el disparo. Es que los policías experimentados aseguran que cualquier efectivo en la fuerza sabe que un arma no se deja cargada y menos al alcance de civiles. Otro dato llamativo es que Mallea estaba en la habitación cuando Celeste recibió el disparo, aunque al comienzo había dicho que no estaba, publicó el diario local.
La muerte de la joven se produjo el domingo pasado en una vivienda de la Villa Hipódromo, en Rawson, una localidad al Sur de San Juan. Ahí convivía Celeste con su novio, el policía que ahora permanece detenido mientras avanza la investigación para saber qué pasó. Serán fundamentales las pruebas para detectar pólvora y metal en las manos de la víctima de Mallea para saber quién accionó el arma reglamentaria 9 milímetros que tenía el uniformado.
"Nunca estuve de acuerdo que se fuera a vivir con Matías, menos a esa casa. Pero él la presionaba y la manejaba para que se vayan a la casa de la madre. Mi esposa no quería, después yo la convencí que la dejarámos ir. Por eso me siento culpable, por no haber insistido para que no se vaya a vivir con Matías", remarcó muy angustiado Vicente.