La sanjuanina que fabrica santos de tela para sentirse mejor

Se trata de Dolores Aballay quien empezó a hacer los muñecos para distraerse y ahora los vende por todo el país.

Dolores Aballay es conocida en San Juan como Lola.
Dolores Aballay es conocida en San Juan como Lola.

Dolores Aballay es conocida por todos como "Lola". La sanjuanina es la pionera en la provincia en fabricar santos de tela y ahora le escriben de todas partes del país para encargárselos. Fue Cáritas la institución que, hace cuatro años, la ayudó a conseguir un subsidio para arrancar con su emprendimiento que es todo un éxito. Tal es así que Lola acaba de volver de San Luis, donde estuvo enseñando como hacer los famosos muñecos, informó Diario de Cuyo, el medio sanjuanino que contó su historia.

Según el diario local, la mujer empezó a coser los santos porque una enfermedad en el hígado y los riñones le impidieron seguir trabajando como lo hacía hasta entonces.

"Cuando tuve que dejar de trabajar comencé a hacer muñequitos de tela para regalarle a los niños de la familia. Después hice algunos para vender en el local de ropa infantil que tiene mi hermana. Así fue hasta que comencé con los santitos. La idea me surgió cuando estaba en la Parroquia de Nuestra Señora de los Desamparados, en Albardón. Miré a la Virgen y me propuse hacer su imagen en tela. Me quedó igualita y así empecé con este trabajo que me ha dada muchas satisfacciones", relató la emprendedora al diario sanjuanino.

Así, para Lola, sus "trapos mágicos", le quitan la angustia y la depresión, también la hacen olvidar el dolor que siente por su enfermedad. La emprendedora es voluntaria de Cáritas y fue esta organización la que la ayudó a obtener un subsidio hace cuatro años, gracias al cual dio el puntapié inicial de su emprendimiento. "Por suerte me va muy bien", comentó orgullosa la mujer. 

"De las estampitas copio los modelos tal cual, respetando los accesorios y los colores de los atuendos. Al Cura Brochero, por ejemplo, lo hago con sombrero y bastón, tal cual se lo vio en los últimos años. Realmente este trabajo me llena de paz y me mantiene entretenida para no pensar en dolores ni en nada negativo. Me ayuda a conocer gente y sentirme útil", relató Lola.