El Ministerio de Salud Pública de Tucumán, liderado por el doctor Luis Medina Ruiz, ha intensificado sus esfuerzos en colaboración con los centros de salud de la provincia para detectar casos de violencia de género y garantizar la correcta intervención de las autoridades correspondientes.
En relación con este tema, la licenciada Carolina Salim, referente del Programa Integral de Violencia contra la Mujer, detalló cómo se articula la respuesta desde el sistema de salud: “El 8 de marzo, más allá de ser un día que tradicionalmente remite a los derechos laborales de las mujeres, este año se ha hecho un llamado global por parte de gobiernos y organismos internacionales para fortalecer la protección de las mujeres frente a la discriminación, la desigualdad y, sobre todo, la violencia de género”, comentó.
Salim destacó que, a través del Programa de Violencia contra la Mujer, el Ministerio de Salud trabaja de manera constante en la sensibilización y capacitación de los equipos de salud, tanto en centros de atención primaria como en hospitales de mayor complejidad, y detalló que “El trabajo es continuo y está orientado a prevenir y detectar situaciones de violencia. Implementamos un protocolo específico que guía a los profesionales de salud en la atención de mujeres que consultan por diferentes motivos, pero que puedan estar viviendo situaciones de violencia”.
Un abordaje integral: la colaboración interinstitucional
La referente insistió en que el fenómeno de la violencia de género no debe analizarse desde un solo punto de vista, señalando que “La violencia afecta la salud física y mental de las mujeres, pero no es exclusiva del ámbito sanitario. Para abordarla adecuadamente es fundamental la cooperación entre distintas áreas del Estado”.
El trabajo del Ministerio de Salud se lleva a cabo mediante una serie de prácticas y herramientas, que incluyen la capacitación constante del personal de salud, la creación de guías clínicas, la participación en operativos de sensibilización y dispositivos específicos de apoyo a las víctimas: “Estas acciones permiten la integración y coordinación con otros sectores gubernamentales para brindar una respuesta integral a la problemática”, detalló Salim.
La salud como puerta de entrada a la denuncia
En su exposición, la licenciada Salim remarcó que una consulta médica, incluso de rutina, puede convertirse en un primer paso hacia la denuncia de un caso de violencia, y explicó: “A menudo, una consulta ambulatoria en un hospital es la oportunidad para que una mujer pueda expresar su situación y comenzar el proceso de denuncia. Es clave que, en estos casos, el Ministerio de Salud facilite el acceso a las normativas para que las mujeres puedan hacer su denuncia a las autoridades competentes”.
Además, resaltó la importancia de los equipos de Salud Mental, psicólogos y trabajadores sociales que, trabajando directamente con las pacientes, acompañan el proceso de denuncia en aquellos casos en los que la mujer no sabe a dónde acudir: “Muchas veces las mujeres no tienen cerca una comisaría o desconocen el camino a seguir. Por eso, el trabajo de los profesionales de la salud es fundamental para guiarlas en estos momentos tan difíciles”, subrayó.
En cuanto a las niñas y adolescentes que puedan ser víctimas de abuso o maltrato, Salim hizo hincapié en que el personal sanitario tiene la obligación de informar a las autoridades. Sobre esta línea, la profesional ahondó: “En el caso de menores de edad, cualquier profesional que detecte una situación de abuso o maltrato infantil está obligado a comunicarlo a las autoridades competentes, garantizando así la protección y el bienestar de las menores”, concluyó.