Un hombre un vive en el barrio Unión, en la zona norte de la capital salteña, llamó a la Policía porque su bebé de seis meses había dejado de respirar. Desesperado pidió ayuda a la comisaría de Castañares y los efectivos acudieron a su pedido de auxilio.
Cuando llegaron a la casa encontraron al niño en estado de inconsciencia e inmediatamente lo trasladaron al centro de salud del barrio a bordo del móvil policial mientras tanto uno de los efectivos le realizaba las maniobras de reanimación. Su intervención fue clave para que el menor llegue con vida a la salita, donde lo atendieron. Más tarde fue dado de alta y regresó a su casa con su papá.
Un hecho similar sucedió meses atrás en el barrio privado Praderas, donde los encargados de seguridad le salvaron la vida a un nene que se había ahogado dentro de una pileta en una vivienda particular. El padre logró sacarlo del agua y les pidió auxilio a los guardias, quienes hace poco habían hecho un curso de primeros auxilios. Le practicaron las maniobras de reanimación y lograron despertarlo. Días después los papá del pequeño y los vecinos les realizaron un homenaje a modo de agradecimiento.