Semanas atrás se confirmó que el menor acusado de asesinar a la docente Sandra Palomo sería trasladado a un Centro de Jóvenes en Conflicto con la Ley Penal. Sin embargo, su defensor había solicitado la prisión domiciliaria del adolescente bajo el cuidado de su madre, pero el juez Luciano Martini rechazó el pedido con argumentos que complica al imputado.
Se estableció que el adolescente cometió el homicidio como una hazaña, con la cual quiso demostrar su hombría a sus amigos, con quienes se jactó del asesinato. “La selección de la víctima, el modo elegido para el asesinato, los supuestos móviles perseguidos y la atrocidad que guio a tan espantosa empresa delictiva demuestra la peligrosidad de su autor”, sostuvo el juez. “Resulta ilustrativo, la absoluta indiferencia por la vida humana que se desprende de las acciones criminales del acusado”, agregó.
Sandra Palomo fue asesinada el 31 de agosto de 2019 cuando había salido a hacer unas comprar a un supermercado del barrio Tres Cerritos. Estacionó su camioneta en el subsuelo del comercio y allí la abordó el menor. La subió con él adentró del vehículo y la acuchilló, luego fue a busca a sus amigos, que están imputados como cómplices del femicidio. Luego abandonó el cuerpo de la docente en un inmediaciones del río Arenales, cerca del barrio Don Emilio, también dejó la camioneta abandonada a pocas cuadras de la casa de la víctima. “No existía vínculo ni sentimiento alguno que permita encontrar una causa razonable al desenvolvimiento homicida del menor, sólo su mayor vulnerabilidad. Mató por el solo hecho de matar”, remarcó Martini.