La historia se repite todos los años. Las lluvias de verano provocan crecidas en el lado boliviano de los ríos Pilcomayo y Bermejo, y ponen en peligro a las comunidades del norte salteño. El agua se desplaza hacia la provincia y provoca inundaciones en especial en la zona de Santa Victoria Este.
Las comunidades wichís del Chaco salteño tienen siempre su vida en vilo. Durante todo el año los azota la miseria y la falta de agua potable para consumo humano, y en verano se le suman las inundaciones. Todo intensificado por la pandemia. Años atrás, la crecida del Río Pilcomayo, que comenzó en Bolivia, arrasó con las precarias viviendas de los pobladores más olvidados de Santa Victoria Este. Muchos tuvieron que mudarse porque sus pertenencias quedaron cubiertas de barro. La situación se repite año tras año.
En los últimos días hubo fuertes tormentas en Bolivia, y sus consecuencias podrían sentirse en Salta (provincia limítrofe con el país vecino). Se espera una fuerte crecida del Río Pilcomayo, según informó el Radio Panamericana del municipio salteño de Embarcación. También aumentó el caudal del Río Bermejo.