En la época en la que el narcotraficante Pablo Escobar era el hombre más buscado del mundo, distintos artistas de todo el mundo fueron contratados para realizar presentaciones privadas. Conocidos son los casos de José Luis Perales, quien debió cantar su éxito “¿Y cómo es él?” más de 15 veces; así como también el de José Luis “El Puma” Rodríguez, quien actuó para el colombiano sin saber quién lo había contratado.
Aunque la lista es extensa e incluye distintos géneros musicales, solo se conoce un artista argentino que se presentó para Escobar: el reconocido y mítico conjunto de folclore Los Chalchaleros, los cuales eran muy populares en Colombia. Esto contó el “Polo” Román, años atrás en diálogo con Cadena 3.
Como cuenta el Polo, apareció un hombre con un portafolio en la oficina de Los Chalchaleros, ofreciéndoles una gran cantidad de dinero por viajar a Pereira, en Colombia. Cuando llegaron al lugar, contó también hace unos años Pancho Figueroa en la mesa de Mirtha Legrand, se alojaron en el sótano de una mansión impresionante, y tocaron al aire libre con unas 15 personas como público, vestidas de fiesta. Apareció entonces el hombre que los había contratado y les indicó que salieran a cantar, dándoles un micrófono.
Les informaron que era el cumpleaños del dueño de casa y que debían cantar Angélica, canción que debieron repetir una gran cantidad de veces, así como también otros grandes éxitos de la época. Para agregar a la extrañeza de la situación, el Polo explicó que les estaban pagando la misma cantidad que si se hubieran presentado en un teatro de Bogotá; es decir, no una exuberancia.
El momento de mayor tensión, sin embargo, fue cuando culminó el recital y pudieron conocer al dueño de casa. Ambos artistas coinciden en que se les acercó un señor que usaba una guayabera blanca con bordado y una cadenita de oro, que les agradeció por cantar en su casa, y se presentó como Pablo Escobar. Se quedaron helados, obligados a sentarse junto al narcotraficante, quien en algún momento de la noche se retiró.
Además, les informaron que mientras el patrón siguiera allí no podían irse, por lo que pasaron la noche en el lugar. Tanto el Polo como Pancho agregan que, de haber sabido para quién se presentaban, no lo habrían hecho. Nunca se imaginaron quién era, y durante un buen tiempo evitaron volver a ese país. Finalmente, en el avión de regreso a la Argentina descubrieron que la presentación era por el cumpleaños de Escobar.