Este lunes de carnaval amaneció con un automóvil incrustado en un local comercial luego de perder el control del vehículo y estrellarse contra un poste. Una situación para nada agradable, sobre todo si le sumamos el hecho de que el auto pertenecía a un amigo y que hace muy poco tiempo que lo había sacado del concesionario.
Según señaló el conductor, que conducía el flamante Fiat Argo color blanco, el circulaba por la calle Rioja, y al llegar a la intersección con Catamarca, otro vehículo se le cruzó en el camino de forma inesperada, y en la maniobra que debió hacer para esquivarlo, terminó destrozando parte de un comercio, además de impactar contra el poste de luz.
Cabe aclarar que el análisis de sangre que se le realizó luego del siniestro, arrojó una graduación de 1,36 gramos de alcohol en sangre. El conductor, afortunadamente solo tuvo que lamentar cortes en el rostro.
Así es que no se sabe si efectivamente fue otro vehículo el que se cruzó, o si fue el diablo del carnaval quien metió la cola.