Detuvieron e imputaron al joven que la semana pasada asaltó y baleó a un colectivero. La captura se logró a través de la tarjeta de SAETA que el ladrón identificado como Ismael Ezequiel Chocobar utilizó para subir a la unidad: era de su abuela ya fallecida.
Tras el ataque, el chofer quedó internado porque recibió un impacto de bala en su mano derecho mientras que desde UTA denunciaron que no funcionó el botón antipánico que sirve para alertar a la Policía.
En las actuaciones realizadas por la Fiscalía Penal de Cerrillos consta que el conductor pertenece a la empresa Ale Hnos que hace el recorrido hasta Cerrillos y que el miércoles pasado por la madrugada, en inmediaciones de La Rinconada, fue sorprendido por un pasajero que lo tomó del cuello y le quiso robar. Forcejearon mientras el colectivo seguía en marcha, cuando se atravesó una motocicleta y debió frenar.
El delincuente se llevó el bolso del chofer con algunos efectos personales y 200 pesos y tras dispararle en la mano, huyó a bordo de la motocicleta que se interpuso delante de la unidad de transporte. El conductor fue asistido en el hospital local, donde se le diagnosticó herida de arma de fuego en mano derecha con orificio de entrada sin salida.
Con el trabajo del grupo de investigadores del Sector 81 se logró identificar al asaltante a partir del uso de una tarjeta de SAETA para discapacitados con la que abonó el viaje y que pertenecía a una mujer ya fallecida.