La historia del policía Lucas Matías Miró se conoció la semana pasada cuando su hija difundió un video pidiendo ayuda para él. El efectivo había contraído coronavirus y estaba grave. El miércoles se confirmó que falleció.
Lucas Matías Miró tenía 40 años y desde hace doce días estaba internado en el Hospital Papa Francisco. Su familia había solicitado su traslado a un centro privado porque él tenía cobertura médica. Desesperada, y al no recibir respuestas, su hija había filmado pidiendo ayuda para su papá.
"Mi papá está muy mal. El doctor Rojas no autorizó su traslado a una clínica privada. Estamos solos con mi hermano y no sabemos qué hacer. La ART no nos da solución. Mi papá paga una obra social que no lo ayuda, que le da la espalda. Él se está muriendo y nadie hace nada. No quiero que sea un policía más muerto", había manifestado la joven entre lágrimas.
Pese a la insistencia de la familia para que su obra social intercediera y Miró fuera derivado a una clínica privada, el hombre permaneció hasta el final de su vida en el Hospital Papa Francisco.
Su hija había contado que el 11 de septiembre quedó internado y que recién el 14 le dieron el resultado positivo del hisopado. Desde ese hospital habrían manifestado que el hombre no pudo ser llevado a otro centro médico debido a su delicado estado de salud.
Miró Martínez se convirtió en el séptimo policía víctima del coronavirus en Salta. Además alrededor de 1.200 policías se encuentran aislados y otros 400 fueron diagnosticados como positivos de Covid-19.