El día martes, el Arzobispado de Salta emitió un comunicado firmado por monseñor Cargnello, en el que informaba a los salteños que este año la procesión consistirá en sacar las imágenes del Señor y la Virgen del Milagro, dar una vuelta a la Plaza 9 de Julio y retornar a la Catedral, todo esto sin la presencia de fieles.
Sin embargo, hubo un detalle que provocó indignación entre los salteños, y es que, a la procesión, cerrada a los salteños por la situación sanitaria que se vive en la provincia, fueron invitadas diversas autoridades políticas, “todos acompañados por sus cónyuges”.
Tras ver la indignación que generó en los salteños el privilegio concedido a los políticos por Cargnello, Bettina Romero no tardó en rechazar la invitación. “Debemos evitar las aglomeraciones, debemos ser responsables, todos: sin excepciones. Entendiendo que si la comunidad no podrá acompañar a las Santas imágenes en procesión por las calles de Salta, tampoco corresponde que yo participe como Intendenta”, escribió la jefa comunal en su cuenta de Twitter.
En consonancia con la negativa de Bettina Romero, y en medio del espeso clima político que se vive, Gustavo Sáenz también rechazó la invitación, según consigna InformateSalta. Aunque todavía se espera el comunicado oficial del mandatario salteño.