Este año, por la pandemia, los salteños católicos vivirán un Milagro atípico. El domingo comenzó el rezo de la tradicional Novena y si bien la Catedral Basílica informó que abriría sus puertas para un cupo máxima de 100 personas, se vio una gran fila de feligreses esperando para entrar. La situación generó malestar teniendo en cuenta la crítica situación epidemiológico que atraviesa la provincia.
Frente a este contexto, desde el COE se determinó cerrar la Catedral durante el Milagro. La tradición de rezar la novena en la Iglesia Mayor o en una Plaza 9 de Julio colmada de fieles no será posible este año. Todo será virtual a través desde la página de Facebook del Arzobispado de Salta. Tanto desde el Gobierno como las autoridades eclesiásticas pidieron que los feligreses realicen el culto en sus casas. Sin dudas, la postal del centro salteño en septiembre será diferente.
Para evitar conglomeraciones, desde el miércoles y durante todo el Milagro cerrarán los comercios, shoppings, locales gastronómicos y gimnasios, también se restringirá la permanencia en los parques.
"La novena debe ser rezada en el corazón de cada hogar. El 15 pediremos que suenen las sirenas (de El Tribuno), las campanas, buscaremos la forma de llegar a cada uno de ustedes. Debemos cuidar a todos los salteños, a todos los benditos habitantes de nuestra tierra, que el Señor los bendiga, no tengamos miedo", manifestó monseñor Mario Cargnello en su mensaje a la comunidad católica de Salta.