Con el cierre de fronteras consecuencia de la pandemia del coronavirus, quedó en evidencia la fragilidad del sistema en la frontera con Bolivia, donde ciudadanos bolivianos ingresan al país por los innumerables pasos clandestinos que existen a lo largo de la frontera.
Durante el último mes, en los pueblos fronterizos, la policía, en patrullajes a cargo del Ministerio de Seguridad, destinados a fortalecer la custodia de frontera que realiza Gendarmería Nacional, detectó y deportó a más de 200 bolivianos que intentaban ingresar a la Argentina por estos pasos ilegales. Principalmente en la ciudad fronteriza de Aguas Blancas.
Este trabajo fue articulado junto a la Policía Naval boliviana, que recibió a más de 200 personas por el río Bermejo. Los infractores fueron recibidos, identificados y quedaron a disposición de la fuerza nacional de su país. También hubo operativos de repatriación con el Consulado de Bolivia.
La mayor parte de los ilegales intentan ingresar a realizar actividades comerciales.