Los salones de fiestas infantiles se encuentran en una gran crisis económica por haber cerrado sus puertas hace casi 6 meses. El 7 de julio, los dueños presentaron un protocolo para poder regresar a la actividad, con ayuda del concejal Francisco Benavidez.
Matías Caporaso, propietario de Moana Pelotero, explicó en diálogo con Informate Salta que el documento cuenta con 23 puntos, que incluyen el horario de martes a domingo de 10 a 20; la desinfección de manos y calzados al ingreso; 2 horas de duración en cada turno; el uso de barbijos o cubrebocas para todos; el control previo para que no ingrese nadie que no esté inscripto; la deshabilitación de los vestuarios; y evitar tocar efectivo al realizar el pago.
Además, por micrófono promoverán el distanciamiento social entre los padres, y pedirán declaración jurada de cada persona para entrar al salón. Cada 50 metros se pondrán rociadores de alcohol diluido al 70 %, trapos de piso al ingreso y a mitad del salón, y jabón líquido antibacterial en los baños.
El personal no podrá trasladarse en transporte público, y sólo podrán ingresar quienes estén anotados en la planilla; entre turno y turno se deberá hacer limpieza, con el uso de guantes y barbijos. También se reducirá la capacidad al 50 %.
Caporaso también comentó que en Salta hay unos 50 salones aproximadamente, de los cuales 20 decidieron cerrar definitivamente sus puertas por no poder afrontar los gastos de impuestos ni deudas. Muchas familias vivan de este rubro, que es difícil de mantener por los altos costos. Su única ayuda por el momento son los créditos, pero no pueden endeudarse más.
Agregó que muchos de sus colegas se reinventaron para vender pizzas, tortas, frutas y verduras. No pueden tampoco alquilar los inflables por la situación que se está viviendo. Finalizó recordando que "somos microemprendedores y no dependemos de nadie. No vemos las horas de reabrir nuestras puertas, de trabajar con el protocolo, pero queremos volver. Estamos en una situación muy crítica".