Uno de los aspectos negativos que el coronavirus muestra de la sociedad es la discriminación en especial hacia las personas contagiadas o que viven en zonas de riesgo. Un claro ejemplo fue la cacería de brujas que desató el primer paciente positivo en Salta pero también se dieron otras situaciones.
Días atrás, desde el COE de la provincia confirmaron que en los departamentos de Güemes, Orán y San Martín había circulación comunitaria del virus al tiempo que prohibieron el ingreso de sus habitantes a la capital salteña. El anuncio generó más controles en las rutas pero también actos discriminatorios por el solo hecho de vivir en zonas consideradas de riesgo.
En los últimos días se vio a médicos, comerciantes y policías varados en la ruta 34 a la espera de una autorización excepcional para ingresar a la capital. Otra situación se da con las personas que viven en General Güemes y necesitan viajar a la capital para realizar una consulta médica o trabajar. Se siente discriminados.
"No es posible que hayamos derivado a pacientes con problemas cardíacos y nos hayan pedido un PCR para atenderlo. Fueron varios los casos de suma urgencia que se vieron impedidos de ser derivados a Salta, porque no aceptaban ninguna derivación", fue un testimonio al diario El Tribuno.
Otro vecino de esa localidad contó que a él lo sometieron a más controles que los viajantes que venían de otras ciudades. "Por poco me ponen una tobillera como si yo fuera un peligro nacional", enfatizó.