Incierta se ha tornado la situación frente a la pandemia del coronavirus en el norte de la provincia de Salta en los últimos días. Si bien las cifras no son alarmantes, los casos se han multiplicado en las últimas jornadas mediante situaciones irregulares frente a la cuarentena. Aunque las autoridades aseguran que no hay traslado interno del virus.
Primero el caso del camionero de Orán que contagió a varias personas de esa ciudad. Y ahora suenan las alarmas por dos personas oriundas de Neuquén, que habían llegado a la localidad de Aguaray con un permiso a visitar a un familiar enfermo.
Al arribar estas personas a la ciudad, fueron puestas en cuarentena por las autoridades. Luego se les realizaron los controles para determinar si estaban infectados. Según fuentes oficiales, estas personas cumplieron con los 14 días de cuarentena, pero luego desaparecieron sin esperar los resultados.
Lo cierto es que las muestras arrojaron positivo para coronavirus, pero cuando fueron a notificar a los infectados, las autoridades se dieron con que estos se habían escapado. "No entiendo por qué se fueron antes de los resultados, cuando los tratamos de ubicar ya se habían ido", manifestó el cuestionado intendente de Aguaray, Enrique Prado.
La única certeza que tienen las autoridades, es que los infectados mantuvieron contacto estrecho con su padre de 89 años y una mujer de 52 que es la cuidadora del anciano.
“Llegaron a Tartagal en un vehículo particular el 17 de mayo, donde fueron aislados en el pórtico norte dos días. El 19 ingresaron en Aguaray, la autorización la obtuvieron de Provincia porque tenían un certificado para ver a su padre que está en delicado estado de salud”, detalló Prado.
"Se los aisló en Aguaray, el 28 les hicieron el hisopado, hoy llegaron los resultados y cuando los buscamos para informarles ya se habían ido. No puedo entenderlo. Estamos preocupados, estuvieron en Tartagal y Pocitos por su situación familiar y trabajamos en armar la lista de personas con las que tuvieron contacto y deberemos aislar", finalizó.