La región del Noroeste argentino registra un déficit nutricional de yodo remarcable. En septiembre del año pasado, se reglamentó una ley que obliga a las panaderías de la provincia a usar sal yodada en la elaboración de sus productos, en un intento de cubrir las recomendaciones de ingesta diaria.
El proyecto de ley fue argumentado por Sonia De Vita, quien comentó que la población debe saber que los productos consumidos están elaborados con sal sin yodo. El déficit de este elemento es la principal causa de hipotiroidismo, daño cerebral y retraso mental, discapacidad psicomotora por afectar el desarrollo físico y cognitivo, sordomudez, depresión, estrabismo y ansiedad. En los embarazos, puede conducir a anomalías congénitas en el feto, abortos espontáneos, y retrasos físicos o mentales.
Los grupos más vulnerables son los niños en edad escolar y las mujeres embarazadas, en edad fértil o en período de lactancia.
Se trata de información que debería llegar a toda la población para tomar conciencia de su importancia. El pan es un alimento diario para los salteños y, si las panaderías utilizan la sal yodada, iremos venciendo al déficit nutricional que tenemos", agregó la diputada Isabel De Vita.
La Cámara de Panaderos de Salta aprobaron el uso de la sal yodada, y las panaderías están informadas de la existencia de la ley. También se pide al Ministerio de Salud y Bromatología que hagan respetar la ley, que depende del compromiso de todas las partes.
La modificación de la ley aportaría 95 partes por millón de yodo diario, en base a la Ley 17.259/69 que establece un aporte de 33.3 ppm de yodo por gramo de sal. Es importante distinguir que no es que se se consuma menos sal, sino que se consumen productos refinados, que no usan yodo. Hay que intentar preparar los alimentos de forma casera, usando sal yodada.
La falta de este elemento se detecta con un estudio de orina, que determina los índices de consumo de la población. Siendo que se trata de una región endémica, en Salta hay que usar de referencia estudios realizados años antes.
La Federación Argentina de Sociedades de Endocrinología realizó encuestas entre 1999 y el 2008 que muestran una baja concentración de yodo y alto índice endémico (5%) en niños de edad escolar, sobretodo en las provincias del norte. Además, análisis realizados entre el 2012 y el 2014 por el Centro Nacional de Investigaciones Nutricionales mostró que en Salta, tanto embarazadas como escolares no llegan a cubrir las recomendaciones diarias.