Tras sufrir un desperfecto técnico en el motor de su moto, y cruzar la meta de la 6º Etapa del
,
Kevin Benavídes
decidió no bajar los brazos, y llevó a cabo una brillante 7º Etapa, llegando en primer lugar en 4 horas, 36 minutos, 22 segundos.
Lejos de boicotear sus metas, el piloto salteño demostró que cabeza no le falta para enfrentar los desafíos, y a pesar de haber quedado lejos de ganar la competición, decidió darlo todo en la etapa más larga y difícil del Rally Dakar.
Sin embargo, su victoria se vio empañada por la tragedia, ya que en la misma etapa, el piloto portugués Paulo Gonçalves, ex piloto de Honda y conocido de Benavídes, sufrió una caída que le costó la vida en el kilómetro 276.
A pesar de los esfuerzos del equipo médico y de pilotos que frenaron a asistir al portugués, entre ellos Toby Price, Gonçalves falleció en el lugar del accidente.