Ezequiel Villanueva tiene 12 años y es abanderado de la escuela Fragata Libertad en la localidad salteña de Rosario de Lerma. Sin embargo, detrás de esta distinción hay una historia de esfuerzo y superación, también de incondicionalidad por parte de su familia.
Ezequiel tuvo meningitis a los tres años. Un mal diagnóstico en el hospital público de Rosario de Lerma derivo una parálisis y ceguera temporaria, que con el tiempo logró vencer. La enfermedad no afectó su desempeño cognitivo y con la ayuda de un equipo médico de fisioterapeutas y neurólogos salió adelante.
Hoy es un estudiante brillante que, por sus buenas calificaciones en las materias, recibió la bandera argentina de la escuela. Es el abanderado. "Para nosotros es un ejemplo. Siempre mantuvo sus ganas de superarse todos los días. Nunca se quejó de su dolencia. Él nos enseña a sobrepasar este momento", contó su mamá a El Tribuno.
La ayuda de su familia y de los médicos fueron fundamentales para la superación de Ezequiel. También la enfermera Edith Pérez, quien siempre lo acompañó en su tratamiento.
Ezequiel está integrado a su aula y a sus compañeros desde siempre. Lo conocen de todo la vida y lo ayudan a moverse, ya que utiliza un andador para caminar. Todos destacan su inteligencia y sus ganas de superarse. "Mi salud no me ha impedido estudiar para obtener este privilegio. Me esforcé igual que los demás. Soy un agradecido de todos los que me ayudaron", cuenta el adolescente que sueña con convertirse en médico neurólogo para ayudar a otras personas en su misma situación.