José Santiago Pereyra fue condenado a ocho años de prisión por abusar sexualmente de su hija.
Los hechos salieron a la luz el 8 de noviembre pasado en La Silleta, cuando la madre de la menor (10) leyó el diario íntimo que la niña había dejado olvidado al irse a la escuela. Allí manifestaba que su padre la obligaba a realizarle sexo oral.
La mujer lo denunció y el hombre quedó detenido. En un juicio abreviado, la jueza Carolina Sanguedolce lo condenó por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante por la reiteración, agravado por la convivencia, el vínculo y la guarda.
La jueza también ordenó que el condenado sea alojado en la Unidad Carcelaria 1 y recomendó que reciba tratamiento psicológico para tratar sus impulsos. También dispuso que sea examinado por un médico del Poder Judicial para la obtención de sus señas particulares y que, a través del CIF, se le extraigan muestras de ADN, previa asignación del DUIG correspondiente, para su posterior incorporación al Registro Nacional de Identificación Genética.