Después del veranito que se vivió en la provincia de Salta durante el fin de semana, las temperaturas comenzaron a descender drásticamente. Iruya no fue la excepción, pero el clima todavía le tenía reservada una sorpresa.
La noche del 23 el frío recorrió las calles de Iruya, y nubes bajas cubrieron con su manto el hermoso pueblo montañés. Pero la temperatura, pasando las 2 am fue de apenas unas décimas sobre 0 °C, no alcanzaba para que las precipitaciones se transformasen en nieve.
Pero habría otra oportunidad de apreciar el fenómeno, porque al otro día, el miércoles al mediodía, la nieve comenzó a tender su manto blanco sobre Iruya, ante la mirada azorada de los vecinos, que no podían creer lo que veían sus ojos.
Y no es para menos, porque hace 25 años que no caía nieve en Iruya, con lo cual algunos habitantes no habían presenciado el fenómeno nunca en sus vidas, y aquellos que si habían visto nevar sobre su pueblo ya estaban comenzando a olvidarlo.
Iruya está ubicado a 2780 msnm, sobre los faldeos orientales de la sierra de Santa Victoria, a 307 km de la capital salteña. Está dentro del perímetro de la reserva de biosfera de las Yungas. Al llegar a Iruya, la primera impresión es de un pueblo colgado en la montaña, o más bien de una isla, ya que está rodeado por los ríos Milmahuasi y Colanzulí.
Se destaca su edificación colonial con callejuelas estrechas y sus paisajes de imponentes vistas panorámicas. En sus proximidades, 5 km al noreste, se encuentran las ruinas del Pucara de Titiconte.
Aquí, los habitantes, vestimentas, costumbres y viviendas han mantenido su tradición a lo largo de 250 años. El poblado conserva sus calles angostas y empedradas, con casa de adobes, piedras y paja.
Siguiendo el lecho de los ríos que surcan el interior, se aprecian quebradas de diferentes formas y colores. La piedra laja en algunos tramos ha formado paredes de contención del río.
El 18 de febrero de 1995 la localidad de Iruya fue declarada Lugar Histórico Nacional por Decreto 370 del Poder Ejecutivo de la Nación, y eso que no la vieron con nieve.
