Recibió prisión preventiva sin plazo el agente de Seguridad Vial acusado de asesinar a su ex pareja en la Ruta 90, a la altura de Elortondo. Los dos policías que lo acompañaban también fueron imputados como partícipes.
//Mirá también: Policías que iban con acusado por femicidio en Elortondo negaron complicidad
Este miércoles se llevó adelante en los Tribunales de Melincué la audiencia imputativa a Iván L., de 29 años, quien está acusado de haber asesinado el último sábado a Claudia Lorena González, de la misma edad, de un tiro en la cabeza. Por este hecho, tanto él como sus compañeros habían sido imputados el domingo por homicidio doloso calificado por femicidio, relación de pareja y abuso de autoridad.
El fiscal Julián Cochero había solicitado tanto para él, como para los dos policías que lo acompañaban, la prisión preventiva sin plazo. Sin embargo la jueza Silvina Marinucci sólo se la otorgó al presunto femicida (imputado como autor), mientras que para los otros dos agentes (Jonatan R. y Mario A., imputados como partícipes secundarios) determinó la detención por 90 días para aclarar ciertas cuestiones de su participación en el hecho, aunque falten indicios sobre su peligrosidad procesal.
En la larga audiencia de este miércoles, la jueza consideró que los jóvenes policías fueron considerados partícipes necesarios por no detener a tiempo al femicida, sin embargo la defensa respondió que “ellos actuaron bajo órdenes y que intentaron desarmarlo y defender a la pareja de la joven”, según consignó el sitio Sur24.
//Mirá también: Un policía vial vio a su ex pareja con otro hombre y la mató de un tiro en la cabeza
Sin embargo quien era el marido de Claudia, que acompañaba a la víctima cuando fue tiroteada por el detenido declaró que este “vino para matarla, peleó solo y ellos no hicieron algo para impedirlo”. Además desató que “pasaron unos 20 minutos entre el disparo (que mató a la mujer) y el momento en que los compañeros lo arrestaron”.
Según el informe de la autopsia, la joven murió “por un disparo que ingresó por el parietal derecho y tiene orificio de salida por debajo de la aurícula izquierda”, no hubo signos defensivos y el tiro fue quemarropa y sin posibilidad de defensa. De acuerdo al marido de la víctima, el asesino era consciente de lo que hacía.