El histórico proyecto de un tranvía metropolitano que uniría el corredor norte-sur del Gran Rosario volvió a aparecer en la agenda oficial. Tras más de 15 años de idas y vueltas, el Gobierno provincial retomó la propuesta de implementar un sistema de tren ligero que conecte Granadero Baigorria con Villa Gobernador Gálvez con un recorrido que atraviese el corazón de Rosario. La iniciativa, sin embargo, sigue siendo por ahora una declaración de intenciones.

Según explicaron desde la gestión provincial, la región “arrastra un atraso significativo en infraestructura de movilidad” y este tipo de transporte se presenta como una alternativa sostenible frente al aumento del tráfico. La idea contempla un tranvía moderno que combine eficiencia energética, bajo impacto ambiental y una mayor conectividad entre municipios.
El proyecto que ya fue anunciado en diversas gestiones sin llegar a materializarse, contempla estaciones en puntos estratégicos, como el Museo del Deporte y sectores vinculados a la universidad. Los cálculos oficiales estiman una inversión aproximada de 15 millones de dólares por kilómetro, lo que elevaría el presupuesto total a unos 500 millones de dólares. La obra, por su magnitud, requeriría financiamiento externo.
En esta nueva etapa, se mencionan posibles trazas alternativas para minimizar intervenciones urbanas. Una de las propuestas más analizadas es utilizar el corredor de avenida Ayacucho, que permitiría evitar expropiaciones y reducir costos operativos. Las autoridades afirman que los estudios técnicos están avanzados, aunque aún no hay definiciones finales.

Como parte del planteo, se estima que el trayecto entre Villa Gobernador Gálvez y el centro rosarino podría realizarse en menos de diez minutos, lo que implicaría una transformación notable en el esquema de movilidad diaria. El proyecto también incluye la posibilidad de integrar el sistema con otras modalidades de transporte público.
Pese al renovado entusiasmo oficial, el anuncio vuelve a despertar dudas entre los vecinos y especialistas, que recuerdan los reiterados lanzamientos del mismo proyecto a lo largo de los últimos quince años. Con la falta de fechas concretas para su ejecución, el desafío del Gobierno será dejar atrás la etapa de promesas y avanzar hacia un plan tangible que modifique la movilidad del área metropolitana.


































