En el marco de un conflicto laboral sin solución a la vista, el Sindicato Único Portuarios Argentinos (Supa) realizó este jueves una marcha y arrancaron la puerta de la Municipalidad de Rosario durante la movilización. La protesta también incluyó un paso tenso por el Concejo y concluyó frente a la sede local del Gobierno de Santa Fe.
Después de varios días con cortes de tránsito en el Acceso Sur, los trabajadores decidieron exigir la intervención de autoridades provinciales. En el camino hacia la Plaza San Martín, irrumpieron en el Palacio Vasallo y coparon el recinto en vísperas de una de las últimas sesiones del año.
“Condenamos cualquier tipo de violencia, pero los compañeros están desesperados”, dijo el secretario general del Supa, César Aybar. A la espera de una reunión con representantes del Gobierno santafesino, responsabilizó a Vicentin por la reacción de los trabajadores y aseguró que dará “todas las explicaciones necesarias” ante la Justicia.
La marcha por los despidos y el atraso salarial en Terminal Puerto Rosario (TPR) tuvo consecuencias impensadas. Los trabajadores fueron hasta la Municipalidad y empezaron a golpear el portón principal hasta que derribaron una de las hojas.
Una vez que entraron al Palacio de los Leones, los manifestantes recorrieron las oficinas de la planta baja. Rompieron computadoras y otra abertura a su paso. Entre 5 y 10 minutos más tarde, se retiraron y fueron hacia la sede del Gobierno provincial.
Denuncia penal por vandalismo en la Municipalidad de Rosario
Luego del ingreso de los integrantes del Supa, el secretario de Gobierno de la Municipalidad de Rosario, Gustavo Zignago, anunció una denuncia penal por vandalismo. Enojado por los destrozos, manifestó: “En el conflicto (gremial) poco y nada tenmos que ver, pero no hay ninguna circunstancia que justifique la violencia”.
“Entraron, rompieron, se dieron media vuelta y se fueron”, resumió el funcionario sobre la acción de los manifestantes. Por otra parte, confirmó que habían cerrado la puerta principal cuando se enteraron de la marcha y pusieron custodia, pero no dieron abasto para impedir el ingreso.
El dirigente de la Unión Cívica Radical (UCR) planteó que la Municipalidad fue víctima de un “hecho vandálico”. A la hora de repasar la situación, estimó que un grupo formado por 40 o 50 personas ingresó violentamente. Luego aclaró: “Formalmente nadie pidió ser escuchado ni una entrevista”.
“Estamos viendo qué paso con las agencias de seguridad, tienen que brindar tranquilidad y protección”, subrayó Zignago sobre la falta de presencia policial. Luego objetó: “Estas cosas no pueden quedar impunes”.
