Lácteos Verónica, con plantas en Totoras, Lehmann y Suardi, presentó un procedimiento preventivo de crisis ante la Secretaría de Trabajo nacional y propuso despedir a 210 operarios para mantener una plantilla reducida de 330 trabajadores. La propuesta incluye pagar indemnizaciones reducidas e introducir suspensiones y recortes laborales temporales.
La empresa enfrenta una situación financiera crítica: acumula más de 2.132 cheques rechazados por un monto cercano a los $6.600 millones, según datos de la Central de Deudores del Banco Central. Además, adeuda medio mes de salarios y el medio aguinaldo a sus trabajadores.
Durante la audiencia por Zoom realizada el viernes pasado, representantes de Lácteos Verónica expusieron que la producción cayó de más de 1 millón de litros diarios en pandemia a menos de 200.000 litros, para quedar prácticamente nula desde junio. Frente a esta situación, advirtieron que la crisis es “terminal”, en un rubro dominado por gigantes extranjeros.

Un experto consultado por Infobae afirmó que el sector lácteo nacional lleva 20 años de retroceso, sin capacidad de competir frente a conglomerados como Saputo y Danone. “Fue un proceso largo… hubo presión impositiva, trabas a la exportación… tiene que ser Superman para sobrevivir en este escenario”, explicó.
En su plan de reestructuración, la firma busca aplicar indemnizaciones reducidas invocando una situación “no acreditable al empleador”, suspender al 30 % de la plantilla por 60 días y pagar el 75 % del salario bajo modalidad “no remunerativa”, además de ajustar turnos y reducir jornadas por 120 días.
El gremio ATILRA anticipa medidas de fuerza y evalúa denuncias en el fuero penal tributario por aportes y retenciones impagas. A su vez, la Legislatura de Santa Fe inició un seguimiento del caso para evitar el desmanejo completo de la empresa.

Según el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina, aunque la producción mostró una recuperación del 12 % en el primer semestre comparado con 2024, la tendencia es que en el segundo semestre se frene, y el cierre del año proyecta un crecimiento moderado de entre 6,5 y 7,5 %.
Sin embargo, para la láctea Verónica, esto llega tarde. El consultado destacó que si bien el sector podría ser competitivo, las políticas anticompetitivas durante décadas –como precios fijados, carga impositiva y regulación restrictiva– deterioraron la capacidad de supervivencia de las pymes lácteas.