Los primeros días posteriores a La Gran Pelea no fueron sencillos para Gisela Gordillo. Luego del salto mediático por el romance con Yao Cabrera, volvió a Rosario y quedó en aprietos por las secuelas de una cirugía estética. “No se lo recomiendo a nadie. Soy un moretón caminando”, expresó este lunes.
Los problemas comenzaron poco después de la intervención quirúrgica. La mamá de Tomás Holder no dio vueltas a la hora de admitir sus dudas sobre el procedimiento y comentó: “Espero que los resultados queden divinos porque me mato”.
La podóloga compartió su preocupación por el efecto de la “edad” y las “hormonas”, pero también hizo una autocrítica a modo de consejo para otras personas. “Yo tuve tres bebés y en estos dos años comí muy mal”, señaló a través de redes sociales.
¿Qué cirugía estética se hizo la mamá de Tomás Holder?
Gisela Gordillo decidió someterse a una lipoescultura después de su experiencia en el Teatro Gran Rex de Buenos Aires. Debido al dolor que empezó a sentir por el procedimiento, sentenció: “Nunca más”.
La rosarina afrontó un posoperatorio con ciertas limitaciones, ya que tuvo que ponerse una faja con un almohadón para cuidar la postura. “¿Hasta dónde nos aceptamos las mujeres?”, se preguntó en una historia de su cuenta de Instagram.
La madre del exparticipante de Gran Hermano comentó que toda su vida sintió la “presión social” en relación a su cuerpo. En este sentido, apuntó: “Admito que si puedo mejorar con una cirugía, acudo a ella”.
La podóloga no quedó satisfecha con su experiencia en la primera etapa posterior a la lipoescultura. “Está bueno que hagas lo que sientas, que ejercites y tengas una alimentación saludable para evitar lo que yo hice”, sugirió en vez de la cirugía estética.