Mientras Alejandra “Locomotora” Oliveras continúa en estado delicado tras haber sufrido un ACV, su familia enfrenta un inesperado conflicto interno que se hizo público en las últimas horas. Alejandro, uno de los hijos de la exboxeadora, expuso su malestar por la actitud de su tío Jesús, a quien acusó de actuar sin consultar al núcleo más cercano.
“Con respecto a la familia unida, hay muy buena relación con nuestros tíos, en general, pero últimamente hay una discrepancia con Jesús, que salió a hablar”, expresó Alejandro, en referencia al hermano de Alejandra, que días atrás dio entrevistas y encabezó convocatorias en la puerta del hospital Cullen de Santa Fe.

El joven explicó que en los primeros momentos tras el ACV optaron por preservar el silencio: “En un primer tiempo no dábamos noticias porque estábamos muy consternados, no era momento de salir a dar entrevistas. Llamé a todos mis tíos y dijimos: ‘Paren un poco, no vamos a dar notas hasta estar un poco más enteros emocionalmente’”.
Sin embargo, según Alejandro, Jesús no respetó esa decisión. “Empezó a dar notas, empezó a pedir convocatorias, cosas que nosotros no aprobamos. No es el momento ni es el lugar. El Cullen tiene muchos profesionales y hay otras familias que hay que respetar. No es para juntarse”, remarcó.

En ese sentido, lamentó que su palabra como hijo haya sido desoída: “Pasó por encima de nuestra palabra. Nosotros somos los que la estamos cuidando a mi madre. La defendemos a capa y espada. Damos la vida por nuestra vieja”.
El conflicto parece tener raíces más profundas, ya que, según Alejandro, la relación entre su madre y su tío está rota desde hace años. “Entre Locomotora y Jesús la relación se rompió hace tiempo”, afirmó.

El testimonio generó repercusión en redes sociales, donde muchos usuarios se solidarizaron con los hijos de la exboxeadora y pidieron respeto por su proceso y por la situación crítica que atraviesan.
Mientras tanto, Oliveras continúa internada en estado grave, aunque en las últimas horas se reportaron leves señales de mejoría que encendieron una luz de esperanza. La familia, sin embargo, pidió acompañamiento con discreción y sin especulaciones mediáticas.