Apenas tres meses después de la designación de autoridades, el Ministerio de Seguridad de Santa Fe anunció este jueves que desplazaron a Natalio Marciani, el séptimo jefe de Policía de Rosario nombrado en menos de dos años y medio. El día anterior secuestraron los celulares de las máximas autoridades de la Unidad Regional II a raíz de una denuncia ante el Ministerio Público de la Acusación (MPA).
El fiscal José Luis Caterina solicitó este miércoles la requisa de la sede de la Unidad Regional II. Además de los teléfonos de cuatro personas identificadas, el funcionario pidió al personal a cargo que se lleven tarjetas de memoria u otros dispositivos de almacenamiento digital en caso de que sean hallados durante la inspección de los vehículos que utilizan.
A partir de este procedimiento, el Ejecutivo provincial ordenó la salida de Marciani como máxima autoridad en Rosario. Fuentes oficiales confirmaron que la subjefa Betina Governatori quedó a cargo hasta el próximo nombramiento. Ambos asumieron sus puestos en enero, cuando terminó la intervención de la policía rosarina bajo las órdenes de la directora general Emilce Chimenti.
Aunque no brindaron precisiones sobre la causa, voceros del MPA apuntaron que el procedimiento se refiere a una investigación sobre presunto incumplimiento de deberes de funcionario público. En la lista de personas apuntadas aparecen otros dos uniformados, uno de ellos con un cargo jerárquico en la URII.
Personal de la Agencia de Control Policial (ACP) de Santa Fe y de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos se hicieron cargo de la requisa. En primera instancia, el objetivo es verificar la denuncia que recibieron contra la cúpula de la fuerza en Rosario.