La Policía Federal Argentina (PFA) confirmó este lunes el arresto de 12 personas por narcotráfico en Rosario. Fuentes oficiales anunciaron que la banda liderada desde prisión por Julio Rodríguez Granthon era la proveedora de “Los Monos” e incluso tenía conexiones con la organización rival de Esteban Alvarado.
Las fuerzas de seguridad hicieron una serie de 30 allanamientos durante 72 horas en la ciudad y localidades vecinas. Como resultado del procedimiento, informaron que la red delictiva del “Peruano” quedó desbaratada por completo.
Según el Ministerio de Seguridad de la Nación, la banda ganaba 200.000 dólares cada 40 días gracias a la venta de droga a gran escala. El principal responsable de estas operaciones era Facundo Ariel Pérez, el interlocutor de Rodríguez Granthon fuera de la cárcel de Ezeiza.
Gracias al secuestro de un teléfono celular durante una requisa en agosto, la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar) inició una investigación que develó cómo operaba el “Peruano” en el complejo penitenciario federal. Así identificaron a los líderes de la organización y también a los responsables del lavado de activos ilegales.
La policía comprobó que “Jirafa” Pérez era la mano derecha de Rodríguez Granthon. En un segundo escalón de la estructura criminal aparece Bruno Ayala como recaudador del dinero. Junto a otra persona prófuga, ambos compraban moneda extranjera para pagar los cargamentos de droga.
La venta de cocaína en Rosario como “200 pollos”
De acuerdo a la causa sobre narcotráfico que impulsa el fiscal federal Claudio Kishimoto, el “Peruano” coordinó la venta de 200 kilogramos de cocaína por Whatsapp. Para charlar con su cómplice, utilizó un código que no logró despistar a los investigadores.
La pesquisa supervisada por Diego Iglesias y Matías Scilabra en la Procunar reveló que Julio Rodríguez Granthon utilizaba un Samsung Galaxy J2 Core. Así se comunicaba con Facundo Pérez y le indicaba cómo había que repartir la mercadería.
“Dale, te deja mi camioneta con los 200 pollos. Descargamos eso”, decía uno de los mensajes que envió el líder. De esta manera preparó la distribución del cargamento en Rosario.
En la conversación por chat, el “Peruano” pidió que le entregaran 50 kilogramos de cocaína al “Toro”. La lista de clientes incluye a Rodrigo (40), Reina (30) Marta (15) Mario (15), Fede (10), “Negra” (10) y “Chulo” (10).
A partir de estos mensajes, la policía empezó a vigilar la casa del “Jirafa” Pérez en la localidad bonaerense de La Reja. Allí descubrieron uno de los vehículos con los que se transportaba la droga, tal como indicaba el jefe de la banda.