Este miércoles Ariel Cabrera, el único detenido por el asesinato de Ivana Garcilazo tras el clásico rosarino, fue imputado por homicidio agravado y quedó en prisión preventiva. Mientras tanto, el otro sospechoso identificado, Damián Reifenstuel, continúa prófugo y aseguran que cruzó a Bolivia.
La información la dio el fiscal Gastón Ávila a la salida de la audiencia de imputación y agregó que, tras fuertes indicios de la presencia del sospechoso en el país vecino, se activó un alerta roja de Interpol por pedido de captura internacional.
“Sabemos que no pasó por un paso migratorio custodiado por Argentina, pero tenemos información fehaciente y consideramos que cruzó a Bolivia, a través de la localidad de Salvador Mazza. Hemos alertado a las autoridades de Bolivia. Lo habría hecho hace diez días, antes de que se viralicen las imágenes”, anunció Ávila.
Además, el funcionario sostuvo que Reifenstuel cambió su accionar inmediatamente luego del crimen, a diferencia de Cabrera, que continuó con sus actividades habituales hasta que fue reconocido en el video publicado por el Ministerio Público de la Acusación.
Al respecto, sostuvo que la identificación del prófugo fue posible gracias al testimonio de un taxista, que pasó por el lugar y presenció todo. Este mismo trabajador fue el que llamó al 911 mientras perseguía a Reifenstuel, pero no logró que mandaran un móvil a la zona donde estaba el sospechoso.
¿Por qué investigarán si hubo negligencia del 911 en el caso de ivana garcilazo?
En ese sentido, Ávila sostuvo que también analizarán el accionar de los operadores del 911. “Presenté una denuncia la semana pasada en la Fiscalía regional para que se investigue si hubo incumplimiento en los deberes de funcionario público o algún otro delito”, aclaró.
“El taxista ve lo que sucede y se dispone a perseguir a dos personas que se fueron por Montevideo hacia el lado de Ricchieri. Da la vuelta por Lagos y Pellegrini, toma Ricchieri y ve, otra vez, a estas dos personas, que toman caminos diferentes”, explicó.
Y agregó: “El conductor persigue a una de ellas, a la de rojo: Reifenstuel. Llama al 911 y le dice: ‘Te quiero avisar que le pegaron un piedrazo a una mujer en Lagos y Montevideo, la chica está herida y estoy persiguiendo al autor’”.
“El operador le dice que le manda el móvil policial a Ovidio Lagos y Montevideo, pero el taxista le dice: ‘No, mandámelo a Ricchieri y Zeballos, que lo estoy viendo, lo estoy persiguiendo’. Ahí el operador le contesta, ‘nosotros sabemos hacer nuestro trabajo’ y le cortó el teléfono”, contó.
“A partir de esta situación, consideramos que lo que podía ser una fácil aprehensión de una persona que estaba huyendo a pie, por una mala gestión de la llamada del 911, no se dio. Y hoy estamos lamentando no tener a Reifenstuel en el banquillo de los acusados”, concluyó.