Los operativos por el incendio de autos en Rosario se reactivaron este domingo con tres focos distintos. Lo más preocupante del caso es que las nuevas denuncias coinciden con las anteriores en cuanto al hallazgo de notas mafiosas atribuidas a presos de alto perfil.
La tercera ola de ataques se confirmó en el transcurso de la tarde por la quema de tres vehículos en el norte y el sudoeste de la ciudad. Al día siguiente se sumaron dos más en barrio Belgrano. De acuerdo a la versión preliminar, sólo se registraron daños materiales luego de la intervención de las fuerzas de seguridad provinciales.
¿Dónde fueron los últimos incendios de autos en Rosario?
Según informó la policía de Rosario, uno de los incendios intencionales ocurrió en Parque Field. Los agentes encontraron un Peugeot 307 con la trompa destruida por las llamas.
El reporte inicial señala que el auto pertenece a un vecino de la zona norte. Durante el operativo en Gambartes al 2500, los investigadores secuestraron dos papeles con amenazas escritas, algo similar a lo que ocurrió en inmediaciones del barrio Alvear.
En el caso de Hutchinson al 3700, los uniformados se encontraron con el incendio de un Fiat Punto y un Volkswagen Bora. Los coches estaban estacionados en la misma cuadra de la cortada paralela a Vera Mujica y Crespo, a pocas cuadras de bulevar Seguí.
El operativo en la zona sudoeste concluyó con el secuestro de tres notas mafiosas con un mensaje sobre las nuevas restricciones en las cárceles. También se llevaron un bidón de nafta arrojado a unos pocos metros del lugar del siniestro.
El último episodio tuvo lugar en Santa Fe al 7400. Allí la policía encontró un Jeep y un Fiat Cronos quemados con el mismo método, además de las amenazas escritas.
¿Por qué “Los Rosarinos” envían amenazas a través del incendio de autos?
La primera saga de incendios intencionales se registró el viernes 26 de abril. La policía recibió 13 denuncias sobre autos quemados durante la noche y un procedimiento en Italia al 3800 incluyó el secuestro de papeles con amenazas al gobernador Maximiliano Pullaro, la ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich, y su par provincial Pablo Cococcioni.
Una semana después, la historia se repitió en Forest al 7500 a partir de la destrucción de cinco vehículos. La hipótesis principal en torno a los mensajes intimidatorios es que “Los Rosarinos” son un grupo de presos de alto perfil, perjudicados por el aumento de controles en los penales provinciales y federales. “Háganse cargo de este quilombo y de las muertes que va a haber. Queremos nuestros derechos”, decía una de las notas.