"Se terminó. Ya estamos vaciando la esquina", con esas palabras, Pablo Teglia, último administrador del Olimpo, resumió el final de la historia para el bar de Corrientes y Mendoza que estaba inmerso en un diferendo entre los inquilinos y el propietario del inmueble.
"Hace 5 días nos tiraron una cédula en la que el juzgado civil y comercial que intervenía en el conflicto por el alquiler nos instaba a desalojar el lugar en cinco días. Ahora estamos cumpliendo con ese mandato", explicó Teglia, en diálogo con Vía Rosario.
La medida encontró al bar ya clausurado, es que la Municipalidad había dictaminado el cierre temporario por ruidos molestos a partir de una denuncia del cura párroco de la iglesia vecina al espacio cultural por el que pasaron innumerables referentes de la música y el teatro.
"Nosotros ingresamos al inmueble hace 6 años. Compramos el fondo de comercio y empezamos a pagar el alquiler. Lo cierto es que al memento de renovar por primera vez el contrato, el dueño, entendemos que presionado por el vecino que intentaba que cerráramos, prorrogaba el contrato inicial", relató el administrador.
Los avatares hicieran que el dueño les reclamara luego el inmueble o una suma alta para renovar el vínculo contractual, algo que los inquilinos se negaron a afrontar. El tema quedó en Tribunales.
"Desde que no podemos utilizar el bar intentamos llevar el espíritu del Olimpo a otros lugares y tuvimos buena respuesta de la gente. Ahora seguimos buscando un nuevo sitio", planteó Teglia.
No obstante, los últimos líderes del Olimpo no ocultaron su nostalgia. "Se termina con años de historia cultural. Es una verdadera pena, sobre todo porque vemos que varios sitios como el nuestro están bajando persianas", puntualizó.