La pensión trucha usurpada por una banda de delincuentes cerca de la avenida Pellegrini se convirtió en un enorme basural a cielo abierto. Ya se acumulan kilos de basura, ratas y ladrones que no dudan en agredir y asaltar a todo aquel que pase por las inmediaciones. Sin embargo la Justicia hace oídos sordos a los reclamos de los vecinos.
Ya el año pasado este inmueble de San Martín 1665 (entre Pellegrini y Montevideo) había sido noticia porque un grupo de personas lo usurpó y desde entonces el legítimo propietario no puede ingresar. El municipio lo clausuró en varias ocasiones pero los "huéspedes" hicieron caso omiso a la faja y la arrancaron cada vez que la vieron.
El lugar también es frecuentado por la policía, ya que son innumerables las denuncias por arrebatos en Pellegrini de parte de malvivientes que luego se refugian allí. Pero no conforme con ello, también se acumulan todo tipo de residuos que conformaron una montaña de enormes proporciones, arrojando un nauseabundo olor y propiciando la multiplicación de ratas.
Incluso la gran cantidad de mugre y objetos, dio lugar a un principio de incendio. Además, la Empresa Provincial de la Energía (EPE) dio de baja el servicio pero los moradores enseguida se engancharon a la red.
Todo esto sucede a diez metros del corredor gastronómico Pellegrini, con la Municipalidad asegurando que no puede hacer nada y tirándole la pelota a la Justicia, que se encoge de hombros. De hecho para el fiscal asignado, Germán Mazzoni, allí no hay ningún problema: archivó el caso y hasta se negó a recibir a los vecinos.