El gobernador Miguel Lifschitz rechazó las versiones de una supuesta maniobra política detrás de la muerte del manifestante Jonatan Gardini, consideró que el hecho "fue irracional" y lo vinculó a los altos niveles de violencia existentes en la sociedad.
"Fue un acto de irracionalidad absoluta, un homicidio que ocurrió bajo los efectos del alcohol", manifestó el gobernador al ser consultado al respecto y agregó que se dio en el marco de un contexto de alto nivel de violencia en la sociedad.
"Hoy estamos en una sociedad muy crispada, donde a veces motivos menores terminan desatando una tragedia como en este caso", sostuvo Lifschitz. En este sentido, descartó que haya alguna motivación detrás del crimen.
“Había trabajadores y entidades gremiales ejerciendo su derecho a protesta, y más allá de que podemos discutir sus métodos, nada justifica el hecho de la violencia. Detrás de eso yo no veo ninguna maniobra destituyente”, argumentó.
Opinó que frente a casos como estos se requiere de una rápida intervención de la Justicia. "Debe haber una pronta imputación para que no haya impunidad y se le lleve algo de tranquilidad a los familiares", cerró.