Primero se reportó un robo, luego un enfrentamiento y finalmente la Justicia estableció que se trataba de una pelea entre vecinos, aunque con el agravante de que los agresores pertenecen a las fuerzas provinciales. Este jueves, el joven de 25 años que había sido baleado por los dos policías en cuestión falleció después de pasar cuatro días internado en grave estado.
A través de redes sociales, la familia de la viuda de Matías Ezequiel Sosa se encargó de desmentir las sucesivas versiones que se daban sobre lo ocurrido en Uriarte al 1500 mientras el muchacho agonizaba en el Hospital Eva Perón. Uno de los datos que faltaba sobre la mesa es que uno de los efectivos imputados es la ex pareja de su hermana.
Franco Hugo Villarruel tiene 34 años y cumplía funciones en el Comando Radioeléctrico. Este martes el fiscal Luis Schiappa Pietra lo acusó por homicidio agravado en grado de tentativa como coautor de los disparos contra su ex cuñado, a quien agredió porque le habían roto un vidrio del auto. Su hermano menor, Víctor Oscar, trabajaba en la Comisaría 21° y también quedó tras las rejas por 90 días bajo la misma calificación legal que aceptó la jueza Paula Álvarez.
A pesar de su rol como integrantes de la fuerza provincial, el Ministerio Público de la Acusación (MPA) descartó tomar el crimen como un caso de violencia institucional. El titular del área de Homicidios Dolosos, Adrián Spelta, había aclarado el lunes que ambos estaban fuera de servicio y no emplearon armas reglamentarias.
La actuación de los hermanos Villarruel el día del ataque en la zona norte fue flagrante. Los fiscales pudieron reconstruir la escena con facilidad porque al momento de la pelea ya había agentes del Comando presentes a partir de un llamado previo al 911. De hecho, el funcionario a cargo de la pesquisa aseguró que los policías le dispararon a Matías delante de sus colegas y la vista de los vecinos.