A media tarde del martes la mayor parte de Rosario parecía haber dejado atrás la situación de emergencia en la que había quedado tras la extensa tormenta que azotó durante cuatro días a la región. Equipos de Defensa Civil y agentes sociales del municipio recorrieron las zonas más afectadas, luego de recabar 49 denuncias por anegamientos y 29 voladuras de techos. Si el clima acompaña, estiman que para el miércoles la gran mayoría de los inconvenientes estarán zanjados.
"Entre el lunes a la noche y la madrugada de este martes la situación fue muy complejas en zonas como villa Banana, Sorrento y Cullen, Nuevo Alberdi, Empalme Graneros y La Cariñosa, pero al cortar la lluvia el agua empezó a bajar y se pudo brindar una mejor asistencia", relató la secretaria de Promoción Social, María Laura Capilla.
La situación más compleja se vivió en Sorrento y Cullen, donde la construcción de un paredón -que los vecinos consideran ilegal- demoró la salida del agua, y provocó inundaciones en viviendas. Unas 90 familias se vieron afectadas y debió trabajar con bombas extractoras de agua. Otras áreas como Sorrento, Las Flores, Polledo y barrio Plata también se vieron afectadas.
"El protocolo indica que se debe brindar asistencia sobre el territorio porque muchos vecinos prefieren no moverse. Las familias más complicadas fueron llevadas de familiares o amigos, a pocas cuadras de sus viviendas", repasó Capilla en diálogo con Vía Rosario y agregó que no hizo falta habilitar el centro de evacuados.
"En general la situación se pudo contener, gracias en buena parte a muchas obras que se estuvieron haciendo en los barrios", remarcó. No obstante se espera que el tiempo mejore para completar la ayuda con tareas puntuales, como entrega de colchones, ropa y alimentos a aquellos que lo necesiten.
"Si no llueve en las próximas horas estimamos que para el miércoles habrán terminado las tareas más importantes de asistencia y limpieza de las zonas afectadas", apuntó. Cabe resaltar que el municipio recepcionó en las últimas horas 350 denuncias reclamos de ramas y árboles caídos sobre veredas, calles, viviendas y autos, con daños materiales y 50 columnas tumbadas o inclinadas.