Unidades destruidas, agua cayendo del techo, puertas que no cierran, poco aire de frenos, gente parada, frecuentes choques y hasta incendios son algunos de las características del servicio de transporte que brinda Monticas, según lo que marcan los archivos y denuncian los propios usuarios a diario en las redes sociales. Si bien todavía se debe dilucidar cuál fue la causa de la tragedia vial de este viernes en la ruta 33, por los antecedentes está claro que hay que mirar con lupa el estado en el que se encontraban los vehículos siniestrados.
Revisando el historial de la firma, aparecen decenas de casos que grafican las irregularidades con la que se suele manejar la empresa, la cual en muchos tramos de la región tiene una concesión monopólica del servicio. Esto le permite invertir poco en unidades, no respetar los horarios pautados y a la vez cobrar altas tarifas.
Si bien hay que aclarar que no en todos los hechos la responsabilidad está del lado de Monticas, llama la atención la gran cantidad de accidentes que protagonizaron en los últimos años. Por caso en mayo de 2011 el interno 106 de la firma chocó de frente contra un camión en la ruta 9, con un saldo trágico con muertos y heridos.
Ya ese mismo años usuarios frecuentes del transporte interurbano de esta firma organizaron un escrache y juntaron miles de firmas que presentaron ante la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) pidiendo sanciones. No pasó nada.
En marzo de 2013, otro colectivo de esta compañía que venía de la feria La Salada e iba a Rosario chocó contra un camión en la Autopista a Buenos Aires, a la altura de Ramallo. El conductor del micro falleció en el acto y hubo tres heridos de consideración.
En mayo de 2015 un Chevrolet City en el que viajaban cinco jóvenes de la localidad de Arminda, chocó de lateral contra un micro de Monticas también en la ruta 33 a la altura de Pujato. Hizo un trompo sobre la ruta y volcó sobre la banquina, a unos 130 metros del lugar del impacto. Uno de los jóvenes de coche falleció y los otros quedaron gravemente heridos.
Tras este y otros hechos, la diputada provincial por Unidad Santafesina, Miriam Cinalli, presentó un pedido de informes por el mal funcionamiento de la empresa. "Es común ver al costado de la ruta 33, a los pasajeros que tienen que ir a trabajar o a estudiar, varados en el rayo del sol porque se rompió un micro", justificó en su momento y agregó que esto se repite en las rutas 9, 92 y 93.
"La cantidad de roturas y la deficiencia de su parque automotor, llevó al rechazo que tenemos todos los ciudadanos con respecto a esta empresa. Hay que reemplazar las unidades viejas por unas nuevas, o directamente caducar la concesión", había añadido.
El 26 de enero de este año, micro de Monticas que tenía como destino Casilda, se incendió por completo y las llamas debieron ser apagadas por los bomberos. Los pasajeros tuvieron que seguir a pie el largo trecho que les quedaba. Ninguna alarma saltó y avisó que algo iba mal, y de no ser por la gente que le avisó al chofer, podría haber sido una tragedia. Una más.