Pese a que hace menos de un mes se ordenó el cierre definitivo del conflictivo bar Junior, los vecinos de Avellaneda al 1100 denunciaron que el after otra vez volvió a abrir. Temen que nuevamente se produzcan violentos enfrentamientos como el que terminó con la vida de un joven a fines de 2015.
"No pasó ni un mes que lo clausuraron y otra vez abrieron con música y mucha gente hasta las 11 de la mañana", se quejó un vecino ante las cámaras de Canal 3. Agregó que siempre ocurre lo mismo: las bandas que van al lugar se tirotean a la salida, lo cierran por un tiempo pero a las pocas semanas reabre bajo otro nombre.
"Es un desastre. El bar de la esquina no puede abrir hasta que ellos no cierran, el kiosco de diarios tampoco porque los que vienen acá siempre salen borrachos o drogados y a los tiros", se quejó el vecino que prefirió ocultar su identidad por temor a represalias.
Cabe recordar que en diciembre de 2015, cuando el boliche se llamaba "Newton", se produjo un feroz enfrentamiento que terminó con un joven de 19 años muerto a la salida del problemático bar. En la zona de Avellaneda y Marcos Paz se secuestraron seis vainas calibre 9 milímetros.
Además en la balacera resultó herido otro joven de 24 años. El hecho se produjo un domingo a los 9 de la mañana, cuando mucha gente se encontraba caminando por allí. "Al funcionar como after abren a las 5 y están hasta las 11, no dejan dormir a nadie y no podés ni salir a caminar a la mañana porque te podés ligar un balazo", comentó otro indignado vecino.
Tras una clausura, el dueño decidió cambiar el nombre del bar pero no la junta, porque el 8 de enero de este año se produjo otro terrible episodio en el lugar desde entonces llamado "Junior". Nuevamente una balacera pero que en este caso "solo" registró un herido.
La Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana realizó numerosas inspecciones para constatar la actividad del lugar y en dos oportunidades se certificó que el comercio (que supuestamente era un bar) realizaba una tergiversación de rubro, difundiendo música fuera de la hora dispuesta por la normativa vigente.
Además no contaba con salida de emergencia, matafuegos ni medidor, ya que de hecho estaría enganchado a la luz. Ante semejante situación, el Tribunal Municipal de Faltas dictó la caducidad de habilitación el 25 de enero.
Evidentemente esto no perturbó al irresponsable que está al frente del negocio y que otra vez abrió violando todo tipo de medida municipal. Eso sí, lo hizo con la custodia de un móvil policial en la puerta.