Fue el 1° de enero de 2016 y la muerte lógicamente se convirtió en el primer homicidio de aquel año. El balazo de un policía de franco, que accionó su arma para celebrar en la puerta de una fiesta, fue el que impactó en el rostro de Brandon Cardozo, un chico de 16 años que estaba presente en la reunión.
Este viernes, el ex agente homicida fue condenado a 20 años de prisión efectiva. El tribunal integrado por los jueces, Hebe Marcogliese, Juan Carlos Curto y Alejandro Negroni, encontraron a Emiliano Gómez penalmente responsable del delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego.
Gómez fue aprehendido recién el 4 de enero tras un allanamiento en el que también incautaron elementos sensibles para el expediente. Fue un colega del asesino quien a las pocas horas de ocurrido el crimen se acercó a la Fiscalía y declaró que había sido el efectivo de la Policía santafesino el que había accionado su arma reglamentaria.
La herida mortal en el mentón de Brandon ocurrió cerca de las 4.30 de la madrugada en la intersección de las calles Entre Ríos y Centenario en la zona sur y generó en ese momento un enorme revuelo entre los presentes en el festejo.
Desde el inicio de la causa, los familiares del chico asesinado, quienes se constituyeron como querellantes, solicitaron que se considere el delito perpetuado por Gómez bajo la caratula de homicidio calificado por la condición de policía del agresor. Si dicha valoración hubiera sido tenida en cuenta, podría haber derivado en una condena a prisión perpetua.