Los ministerios de Trabajo y de Producción de Santa Fe y la seccional Rosario de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) denunciaron el vaciamiento de Mefro Wheels, la única fábrica argentina de llantas para automóviles, y adelantaron que solicitarán la intervención del gobierno nacional para darle continuidad a la firma.
La planta, ubicada en la zona sur de Rosario, cerró el lunes pasado por decisión de la empresa controlante, Mefro Wheeels Alemania, que ofreció pagar el 60 por ciento de las indemnizaciones a sus 170 empleados, aunque todavía no existe fecha de pago.
La compañía local es la única fábrica de llantas de Argentina y llegó a vender un millón de piezas a las terminales automotrices del país, aunque su producción se redujo el año pasado a poco más de 300 mil por el ingreso del mismo producto de origen importado, indicaron desde la entidad gremial.
Si bien existe un posible comprador, de capitales nacionales, desde la UOM afirmaron que en el último contacto que mantuvieron con la empresa alemana les manifestaron que no quiere vender la planta, a la vez que presentaron su concurso de acreedores.
"Está fábrica no cerró por falta de trabajo, es una maniobra política y económica de esta empresa", señaló Antonio Donello, titular de la UOM Rosario, durante una rueda de prensa.
Explicó que la apertura de las importaciones permitió que la firma enviara la producción de llantas que realiza en otros países a la Argentina y "dejó de asistir económicamente" a la planta local.
El ministro de la Producción de Santa Fe, Luis Contigiani, sostuvo por su parte: "Desde el punto de vista de la producción estamos ante una empresa que es viable tecnológicamente, viable en términos de bienes de capitales".
Contigiani señaló que "el marco de apertura económica, facilitó que los dueños de Mefro Wheels Rosario que pertenece a un grupo económico global que está en Turquía, en China y en Francia con diferentes nombres, se dieran cuenta de que era más fácil introducir llantas desde esos países y reemplazar la producción de la planta local".
Por eso, el ministro solicitó la intervención del gobierno nacional y planteó la necesidad de suspender por un año la importación de esos productos.
"Le solicitamos al gobierno nacional que defienda la producción y el trabajo y al embajador de Alemania que se comprometa a que la fábrica se venda, porque hay inversores y hay que pelear por la continuidad de la única fábrica de llantas", añadió.
A través del embajador alemán en Argentina, la UOM consiguió reunirse con un representante del grupo, quien les planteó que por cinco meses no haría ninguna inversión y que recién delinearía sus plantes una vez presentado el concurso de acreedores.