Lo primero que uno recorta cuando el bolsillo está ajustado son los momentos de ocio y las salidas, y por eso se entiende la brusca caída del consumo en bares y restaurantes locales. Sin embargo el rosarino no se resignó del todo a estos gustos, y por eso empezó a repuntar fuerte la demanda vía delivery.
"En general todos los bares y restaurantes tuvieron un invierno durísimo, en el que se notó la fuerte caída de público", reconoció Germán Brunner, referente de Mercado Pichincha, organización que nuclea a los espacios gastronómicos de la zona. "El que antes salía dos o tres veces por semana, hoy lo hace una sola", agregó.
Sin embargo reconoció que la situación cambia con aquellos que ofrecen delivery. "Crecieron mucho las compras por esa vía, que hoy representa tanto o más que lo que se vende en el salón", destacó en diálogo con Vía Rosario.
Ocurre que pidiendo comida a domicilio el cliente suele comprar lo justo, y en todo caso si se queda corto compensa con cosas que ya tiene en la casa. Pero sobre todo ahorra el transporte (combustible y estacionamiento o taxi), y en algunos casos la bebida y el cobro de cubiertos.
A esto también contribuye la aparición de apps como Glovo o Pedidos Ya que con el pago de una mínima comisión por parte del cliente, envían a domicilio cualquier pedido. "Disponer de cadete propio representaba un gasto importante para un bar, pero con este sistema ahora hay muchos que ofrecen el take away sin costo", graficó.
Por otro lado, y en sintonía con una tendencia mundial, crece mucho la gente que prefiere quedarse en casa mirando series en alguna plataforma de streaming antes que salir, algo que se agudiza en temporadas invernales. Con el lento regreso del calor, el escenario de a poco parece estar cambiando.
"Con estos primeros calores hemos notado un tibio crecimiento de consumidores que se acercan a tomar una cerveza o comer algo", manifestó Brunner, aunque aclaró que esta incipiente recuperación por ahora sólo se ve los fines de semana. La forma en la que buscan reconquistarlos es subiendo lo menos posible los precios.
"Los costos nos subieron terriblemente y los precios ajustaron poco porque sino no viene nadie", señaló el gastronómico que anunció la "apertura de temporada" con la tercera edición del Festival de cerveza artesanal que se realizará el 29 de septiembre en Francia y Brown.
