A pocos días de fijar posición dentro del Frente Progresista con miras a las elecciones del año que viene, Miguel Lifschitz sostuvo que está dispuesto a competir por un nuevo mandato "si los legisladores se ponen las pilas y tratan el proyecto" de reforma constitucional.
"Cuando termine mi gestión de cuatro años, vamos a dejar 80.000 millones de pesos en obras en todo el territorio santafesino. Es una cifra inédita", afirmó el titular de la Casa Gris durante la inauguración de un puente sobre el límite de los departamentos San Justo y San Javier.
Si bien aseguró que está "trabajando para el futuro" más allá de una eventual reelección, el mandatario provincial no dejó pasar la chance de cuestionar las demoras en torno al debate sobre la Carta Magna y disparó: "Hay dirigentes políticos que en público se manifiestan reformistas, pero están poniendo todos los obstáculos posibles".
El ex intendente rosarino también se refirió al plan de infraestructura que deberán encarar sus sucesores al frente del Ejecutivo y la deuda que mantiene con la provincia la Casa Rosada. "Espero dejarles a los próximos gobernadores los recursos necesarios para ejecutar ese plan a partir del acuerdo que espero cerrar con el Gobierno", comentó en referencia a la negociación con la administración de Cambiemos.
Finalmente el dirigente socialista reiteró su preocupación en cuanto al ajuste previsto a partir del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y advirtió: "Acá tiene que haber un esfuerzo de todos los sectores para sacar el país adelante. No se le puede seguir pidiendo a las provincias, sacándoles recursos de las políticas sociales, de la educación o de la inversión pública".