A casi un año de perder el control de su cuenta de Twitter a manos de un hacker, el ex concejal Jorge Boasso sufrió este martes un nuevo ataque virtual en el que el autor redobló la apuesta y pidió a cambio "una noche con Sol Pérez y diez botellas de whisky Johnnie Walker Black".
La remake del episodio que en 2017 se volvió tendencia en Rosario se prolongó mucho más en esta ocasión, ya que todavía no prosperaron las denuncias ante la red social por parte del hombre que supo acompañar a Miguel Del Sel en su última presentación como candidato a gobernador en 2015.
Alejado de la función pública tras competir por su cuenta como candidato a diputado nacional por fuera de Cambiemos, el dirigente radical se tomó la situación con más tranquilidad y dijo sobre el hacker: "Lo felicito por el sentido del humor. Hay otros que son muy ofensivos y ponen groserías enormes".
"La mayoría sabe que está hackeada la cuenta. La última vez le tuve que pagar a un chico de 22 años que me recomendaron para recuperarla, pero ahora voy a esperar a ver qué pasa con la denuncia a través de los circuitos normales", señaló el abogado en un reportaje con Radio 2.
La respuesta de Twitter hasta este miércoles a la mañana seguía pendiente y el hacker incluso se animó a armar una encuesta para elegir su próxima víctima. Ante esta situación, chicaneó: "Ya me estoy tomando mi café y aún no le devolvieron a Boasso la cuenta".
Los ataques virtuales en la red social durante la campaña de 2017 no sólo afectaron a Boasso. En aquel momento, Amalia Granata corrió la misma suerte mientras competía con el rosarino como candidata a diputada nacional. Por entonces el pago requerido también era una humorada y el responsable exigió asado, fernet, whisky y cerveza para devolver el control del perfil.