Lo que prometía ser un acto con fuertes connotaciones políticas se redujo a una gris ceremonia institucional y el acto oficial por el Día de la Bandera concluyó este miércoles por la mañana tras una breve ceremonia de tono netamente institucional.
"Era importante que pudiéramos recuperar un acto con la presencia de los ciudadanos, sin vallas y sin operativos de seguridad especiales", explicó el gobernador Miguel Lifschitz después de la jura que concluyó un despliegue de poco más de veinte minutos.
Luego del primer 20 junio sin presencia de un jefe de Estado en seis años, el mandatario reclamó: "De aquí en más hay que resignificar este como otros actos patrios. Tienen que dejar de ser actos políticos y abrir totalmente la participación del ciudadano común".
El dirigente socialista aclaró que la ausencia de Mauricio Macri fue consensuada durante una charla con el ministro del Interior Rogelio Frigerio tras repasar "las dificultades que ocasionaba tener una ciudad vallada". No obstante, coincidió con su ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro en afirmar que "no había ningún peligro" en torno a la llegada del líder de Cambiemos.
Ausente el Presidente, Lifschitz también se bajó de la lista de oradores y sólo la intendenta Mónica Fein pronunció algunas palabras para cumplir con el protocolo en un acto mucho más breve y despoblado que los realizados a lo largo de esta década. En su discurso, la intendenta recordó la figura y los valores de Manuel Belgrano y agregó un agradecimiento a los ex combatientes de Malvinas "para que vuelva el desfile cívico a Rosario y que estén ellos a la cabeza".