Un joven de Santo Tomé pasó tres días a bordo de una canoa pinchada y sin un remo, enfrentando el frío y el agua. Recién pudo ser rescatado este domingo a la altura de Coronda, y debió ser hospitalizado.
Todo comenzó el viernes al amanecer, cuando Andrés Daniel Arriola, de 18 años, salió a pescar en una embarcación junto a un amigo por el río Salado. Sin embargo ante la baja temperatura, su compinche decidió volver y Arriola quedó solo.
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De repente se empezaron a suceder las malas noticias: el joven perdió un remo, la canoa se le agujereó y empezó a entrar agua. Encima la noche se puso muy fría, empezó a soplar viento fuerte y la embarcación empezó a dirigirse a la deriva, río abajo.
Al pasar varias horas sin regresar, el amigo se preocupó y contó a la tía de Arriola lo sucedido, según consignó Uno de Santa Fe. Tras la denuncia policial, comenzó la búsqueda del chico a través de los buzos tácticos de la policía y Prefectura Naval.
Ya siendo sábado, el muchacho estaba duro del frío, completamente perdido y sacando agua como podía de la canoa. Pidió ayuda a todo el que circunstancialmente se cruzó, pero nadie se la brindó. Además llevaba más de un día sin comer ni tomar líquido.
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Un soldado del Batallón de Ingenieros Anfibios de Santo Tomé avisó a la familia que lo había visto, y con su aporte, achicó el radio de búsqueda. Finalmente Prefectura lo encontró el domingo por la tarde en un paraje ubicado a cinco kilómetros de la ciudad de Coronda.
El joven estaba solo, embarrado, con principio de hipotermia. Fue trasladado al Samco de Coronda, adonde recibió atención médica y lo compensaron.
(Fotografías: LT10 y El Litoral)